La
corteza cerebral es la parte más voluminosa del encéfalo. Una hendidura
profunda, denominada cisura longitudinal, lo divide en dos hemisferios, derecho
e izquierdo.
La corteza es una fina lámina de neuronas
interconectadas que forman una capa de unos milímetros de grosor y que recubre
la superficie irregular de los hemisferios cerebrales. La superficie de cada
hemisferio presenta un conjunto de prominencias y surcos (o cisuras) que
proporcionan a la corteza una apariencia plegada, de tal forma que sólo un
tercio de esta queda expuesta a la superficie.
Tres de estas cisuras sirven para delimitar ciertas áreas del cerebro.
Son: 1. surco central o cisura de Rolando, 2. surco lateral o cisura de Silvio,
y 3. surco parietooccipital.
Las
eminencias situadas entre los surcos reciben el nombre de circunvoluciones o
pliegues. La circunvolución central anterior se sitúa por delante del surco
central, y la circunvolución central posterior se coloca inmediatamente detrás
del surco central.
Cada
hemisferio se divide en cuatro grandes lóbulos: frontal, parietal, temporal y
occipital. En general, los lóbulos se sitúan debajo de los huesos que llevan el
mismo nombre. Así, el lóbulo frontal descansa en las profundidades del hueso
frontal, el lóbulo parietal debajo del hueso parietal, el lóbulo temporal
debajo del hueso temporal y el lóbulo occipital debajo de la región
correspondiente a la protuberancia del occipital.
En
el lóbulo frontal, esta área es la encargada del área de broca y el lenguaje,
el lóbulo parietal, es el que se encarga del tacto, el dolor, percepción,
lóbulo temporal, es el encargado de audio y el equilibrio, y el lóbulo
occipital, es el encargado de la visión y la memoria.
Función
del cerebelo
El
cerebelo desempeña un papel regulador en la coordinación de la actividad
muscular, el mantenimiento del tono muscular y la conservación del equilibrio.
El cerebelo precisa estar informado constantemente de lo que se debe hacer para
coordinar la actividad muscular de manera satisfactoria.
Las
amígdalas forman parte del sistema endocrino, el cual está formado por un
conjunto de glándulas (tiroides, paratiroides, amígdalas, hipófisis, epífisis y
glándula suprarrenal) que sintetizan hormonas y las liberan al torrente
sanguíneo. Hoy en día se sabe que el hipotálamo es el responsable del control
de la secreción hormonal, y a su vez las hormonas afectan el funcionamiento del
sistema nervioso, por este motivo al conjunto de los dos sistemas se les
denomina sistema neuroendocrino.
El
cerebelo es, después del cerebro, la porción más grande del encéfalo. Ocupa la
fosa craneal posterior y se localiza debajo de los lóbulos occipitales del
cerebro, del que está separado por una estructura denominada tienda del
cerebelo. Consta de dos hemisferios cerebelosos y una parte intermedia
denominada vermis. Se une al tallo cerebral mediante tres pares de pedúnculos
cerebelosos; estos pedúnculos son haces de fibras que entran y salen del
cerebelo, en cuya superficie aparecen numerosos surcos superficiales próximos
unos a otros.
El diencéfalo
es una estructura situada en la parte interna central de los hemisferios
cerebrales. Se encuentra entre los hemisferios y el tronco del encéfalo, y a
través de él pasan la mayoría de fibras que se dirigen hacia la corteza
cerebral.
El
diencéfalo se compone de varias partes: tálamo, hipotálamo, subtálamo y
epitálamo.
El tálamo
está formado por dos cuerpos ovoides de 3 cm de largo y aproximadamente 1,5 cm
de espesor, que se asienta en la profundidad de cada hemisferio cerebral. El
tercer ventrículo separa entre sí ambos tálamos, aunque éstos permanecen unidos
gracias a un puente de tejido talámico denominado masa intermedia, que se
extiende entre ambos. Los tálamos son masas de substancia gris, por lo que
contienen cuerpos neuronales y numerosas conexiones sinápticas. Desde un punto
de vista funcional, el tálamo es una estación de relevo sensitivo. Los impulsos
nerviosos hacen una escala a nivel talámico, estableciendo sinapsis
antes de proseguir su recorrido hacia el córtex cerebral. El tálamo constituye
también un centro sensitivo primitivo que sirve para registrar un tipo de
sensación generalizada e imprecisa.
El hipotálamo
se localiza, como su nombre indica, debajo del tálamo. Presenta una gran
variedad de funciones, algunas de ellas bastante insólitas. Por ejemplo,
produce como mínimo dos hormonas (oxitocina y vasopresina) y contiene centros
que regulan la actividad de la hipófisis anterior, el sistema nervioso
autónomo, la temperatura corporal y la ingesta de agua y alimentos.
El subtálamo
está delante del tálamo y al lado del hipotálamo, su función principal se
relaciona con el movimiento corporal. Las vías neuronales que lo atraviesan van
hacia el tálamo, el cerebelo y los ganglios basales.
El epitálamo
se sitúa en la parte posterior del diencéfalo, al lado del mesencéfalo. Está
formado por la glándula pineal o epífisi y los núcleos de la habénula. La
epífisi es una glándula endocrina que segrega la hormona de la melatonina, esta
secreción está relacionada con la cantidad de luz solar existente, a más luz
más se segregará.
La habénula
tiene la función de favorecer la comunicación entre el sistema límbico y la
formación reticular.
Hipocampo La
formación hipocampal está situada en la superficie media de del lóbulo
temporal. Le llega información del córtex, y a su vez envía señales neuronales
al hipotálamo y el área septal a través del fórnix. La principal función del hipocampo es la de la
consolidación de la memoria y el aprendizaje. Una lesión en esta zona produce
amnesia anterógrada, o sea de los acontecimientos ocurridos después de la
lesión, afectando así a los recuerdos de hechos específicos, pero curiosamente
no afecta al aprendizaje de nuevas capacidades o habilidades.
La hipófisis
está situada en la base del encéfalo, unida al hipotálamo y forma parte del
sistema neuroendocrino el cual está formado por un conjunto de glándulas
(tiroides, paratiroides, amígdalas, hipófisis, epífisis y glándula suprarrenal)
que sintetizan hormonas y las liberan al torrente sanguíneo.
La hipófisis consta de dos partes que
funcionan de manera distinta: la hipófisis posterior o neurohipófisis, que se
encarga de almacenar y liberar las hormonas sintetizadas por el hipotálamo
(oxitocina y vasopresina). Y la hipófisis anterior o adenohipófisis, que actúa
como una glándula secretora por sí misma.
La medula espinal
es una masa cilíndrica de tejido nervioso que se extiende en dirección caudal a
partir del bulbo raquídeo. La medula de un adulto mide aproximadamente 45 cm de
longitud y ocupa los dos tercios superiores del conducto raquídeo. Durante las
primeras etapas del desarrollo la medula espinal ocupa la casi totalidad del
conducto raquídeo, pero el crecimiento rápido que experimenta en seguida la
columna vertebral da lugar a la disposición que presenta el adulto. La
terminación inferior de la medula recibe el nombre de cono terminal. La medula
espinal se divide en 31 segmentos: 8 cervicales, 12 torácicos o dorsales, 5
lumbares, 5 sacros y uno coccígeo. Los nervios salen de la medula espinal a lo
largo de toda su longitud, en número de un par por cada segmento medular. La
medula presenta dos engrosamientos, el cervical y el lumbar. El engrosamiento
cervical corresponde al origen de los nervios que se dirigen al miembro
superior, el engrasamiento lumbar al de tos nervios que se dirigen al miembro
inferior.
(Imágenes
de cerebro, cerebelo, medula, amígdalas, tálamo, hipotálamo etc. Foto realizada
en el laboratorio de la Universidad Latina)
Corteza
somatosensorial del cerebro
(Esta figura
muestra las áreas somatosensoriales primarias de la corteza cerebral, es un
gráfico donde se representan las zonas del córtex humano donde se reconocen,
organizan e integran las sensaciones provenientes de las distintas partes del
cuerpo. Como puede observarse, no todas las partes el cuerpo requieren de la
misma "cantidad" de corteza especializad)
Como conclusión
podemos observar las diferentes partes del cerebro y su funcionamiento, en esta breve información podrán aprender un
poco más del cerebro, La mayor parte de la historia intelectual de la
psicología tanto como empresa científica como clínica ha involucrado el intento
de llegar a comprender estos dos problemas de la mente y el cuerpo la mayor
contribución a las teorías de la mente, el cuerpo y sus relaciones. Comenzando
por Descartes, cuya formulación del problema ha influido de un modo u otro
todas las perspectivas posteriores, recorreremos el camino de las ideas
desarrolladas durante los siglos XVII y XVIII en respuesta directa al desafío
cartesiano, y más tarde las relacionaremos con las teorías sobre la mente y el
cerebro del siglo XIX para progresar en la comprensión del cerebro como
"órgano de la mente" y de la mente como una poderosa fuente de
enfermedades físicas y su cura.
Con todo esto
podemos, describir el desarrollo de la psicología experimental que ocurrió en
interconexión con los análisis filosóficos de las relaciones mente/mundo y las
concepciones psicológicas del sistema nervioso como un aparato sensoriomotor entre
la mente y el mundo, Concluiremos con una breve discusión de algunas de las más
importantes influencias sobre el pensamiento de William James, cuyos Principles
of Psychology (1890) reúnen la totalidad de estos distintos hilos en la que es
probablemente la más singular obra de la psicología.
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